A escasas horas de que de comienzo el primer partido de Superliga 2 para el Club Voleibol Torrelavega en la temporada 2022-23, ponemos uno de los últimos nombres propios que nos quedan por dilucidar de cara al equipo. Maite Herrera Quintana, de 30 años, es una jugadora que tras formarse en el club y vivir etapas de estudios lejos de Torrelavega, el año pasado volvió a unirse al equipo de su vida para seguir disfrutando del voleibol, rodeada de grandes amigas que ha hecho alrededor de este deporte.
Ella considera que “la temporada pasada fue un año de transición que afrontamos con mucho esfuerzo por parte de todos los componentes de este club, que yo siempre he sentido como mi casa. Tengo la suerte de no haberme desconectado del club nunca, ya que siempre que he podido las he apoyado desde las gradas cuando no puede ser en la pista a lo largo de los años y al ser mis amigas, o en algunos casos sus hermanas pequeñas tomando el relevo, sentía sus triunfos como míos. Por ello para mí fue un año de ilusión y ganas de volver a la pista, ya que tuve que parar durante unos años por motivos laborales”. Así explica Maite una temporada 2021-22 que fue importante para ella en lo personal y también una relación muy bonita en lo personal con este club.
De cara al nuevo curso que está a punto de ponerse en marcha, en lo personal la torrelaveguense muestra su predisposición a ayudar, “porque volveré a estar ahí para lo que mi equipo necesite, además a nivel deportivo me siento más rodada ya que volver a las pistas después de un parón siempre es difícil”. Y hay otro factor que llena de ilusión a Maite que se manifiesta “encantada de volver a entrenar con María Segovia, ya que su vuelta a las canchas es un chute de energía en todos los aspectos. Empecé en el voleibol con ella a los nueve años años y cada día es una alegría a su lado”.
Tras la experiencia de la pasada temporada, la del regreso a casa, analiza en perspectiva lo que tienen que ser esos puntos fuertes del equipo, que según Herrera “deben de ser el esfuerzo y ser peleonas. Además en la red este año tenemos un buen bloqueo que creo que va a hacer mucho daño”, indicando un factor sobre el que hay muchas esperanzas depositadas para fortalecer el juego del Voley Torrelavega.
Maite explica también que “la pretemporada siempre cuesta un poco empezar, pero creo que todas estamos ilusionadas con este nuevo año y todas las posibilidades que nos ofrece para dar lo mejor de nosotras. Las nuevas jugadoras y el cuerpo técnico nuevo son la caña, se preocupan por el club como cualquiera de nosotras y se han hecho querer desde el primer día. Es imposible que no te saquen una sonrisa con ese buen rollo que traen”, reforzando esa idea de que el grupo también tiene que ser un arma muy importante para sacar adelante posibles situaciones complicadas.
Y por último, la jugadora del Voley Torrelavega tiene un recuerdo para esa afición del club, porque según dice Maite “nosotras estamos con mucha ilusión por demostrar todo lo que podemos hacer, ahora nos falta su aliento y sus ánimos para ser el equipo que de verdad nos gusta ser, la grada es una parte más. Os esperamos en La Habana y esperamos contagiaros toda nuestras ganas y, de paso, que veáis un bonito juego”.
Algo se cuece en La Habana Vieja y con el entusiasmo y las ganas de hacer sentirse cómodas a todas y cada una de sus compañeras que manifiesta Maite Herrera, el camino hacia los éxitos resultará mucho más estimulante para el Voley Torrelavega. Con buena compañía y buenas compañeras con ganas de ayudar, todo es más fácil.