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Temporada 2001-2002

El voleibol en decadencia

El voleibol femenino en Torrelavega venía sufriendo una severa crisis económica que duraba demasiado tiempo. Además, el empuje de otros deportes, caso del baloncesto, estaban restándole protagonismo¬: El Lobos, que ascendió a la Liga ACB en 1997, acaparaba la atención con fichajes millonarios y un pabellón Vicente Trueba al servicio de un equipo que en el año 2005 abandonó la capital del Besaya para instalarse en Santander desapareciendo años después. Sin embargo, el voleibol seguía –y sigue- al pie del cañón, a las verdes y a las maduras. Y siempre fiel a su filosofía de trabajar la cantera para seguir abasteciendo de jugadoras a las “mayores”.

Esta temporada y después de quince años el Club Voleibol Torrelavega decidió abandonar el pabellón Vicente Trueba, circunstancia motivada principalmente por los intempestivos horarios de entrenamiento que le habían asignado al club, así como el constante cambio de horarios y de jornadas de celebración de partidos cada vez que coincidían con el Lobos. Por consiguiente, tanto el equipo senior como los equipos de categorías inferiores y las Escuelas Municipales de voleibol comenzaron a desarrollar su trabajo en el pabellón La Habana Vieja.

La nueva temporada trajo también una notable renovación en la plantilla. Por diversas causas Priscila Egusquiza y Noelia Franco ficharon por el equipo de Superliga La Calzada de Gijón, mientras que Teresa Zunzunegui y Cristina Gómez lo hicieron por el C.V. Laredo, de la Segunda División. Seguirían en el primer equipo Araceli Hernández, Erica Campbell, Laura Vela, Alejandra Gómez y Ana Rosa García, mientras que en el apartado de refuerzos se contaba con Sheila Bueno, procedente del Virgen del Campo de Cabezón de la Sal, y las jugadoras procedentes del equipo juvenil Paula Fernández, Aránzazu Castro, Eva Bustamante y Sabrina Lázaro, sumándose el concurso de la sevillana Paquita Ajenjo, que por motivos personales residiría en Torrelavega temporalmente.

El objetivo del CV Torrelavega se centraba en clasificarse entre los tres primeros, lo que daba derecho a disputar la fase de ascenso, cuestión harto complicada debido a que el equipo debía mantener la motivación suficiente para afrontar dicho reto por una parte, y por otra no pensar que su esfuerzo podría resultar baldío teniendo que renunciar al ascenso como hace dos años. Antonio de Vergas tendría que trabajar muy bien el aspecto psicológico si quería que sus jugadoras no se descentraran.

Como ya venía siendo habitual el equipo comenzó la pretemporada con la disputa de varios torneos, los dos primeros en tierras asturianas, y la Copa Cantabria en una fase final que le enfrentaría al Universidad de Cantabria y Castañeda, viajando finalmente el trofeo a las vitrinas del equipo torrelaveguense.

La liga se abría jugando en casa ante el Xuvenil Teis de Lugo, equipo que no opuso demasiada resistencia y al que se acabó ganando por 3-1, el mismo resultado que se dio en el pabellón Fuente de la Mora de Valladolid, donde el Airtel se impuso en un partido en el que las cajistas fueron de más a menos, teniendo como nota destacada la obtención de 12 puntos consecutivos de saque por parte de la juvenil Aranzazu Castro. En la tercera jornada se recibía al INEF Autopalacios de León, que se llevó la victoria por 2-3 en un flojo partido de las cajistas. La siguiente jornada se disputó a domicilio, en esta ocasión ante al Cuesta Piedra tinerfeño, equipo frente al que se perdió por 3-2. Tres derrotas en cuatro partidos rompieron todos los esquemas, y aunque la situación no era todavía preocupante, el equipo precisaba ganar confianza para asentarse y recuperar la confianza en su juego.

Se confiaba en ganar al Aguere tinerfeño en La Habana Vieja y de esta manera iniciar la remontada, pero no salía nada y se volvió a perder por 3-1 (28-26, 22-25, 16-25 y 20-25). El equipo no se centraba y cometía errores no forzados; se seguía adoleciendo de falta de consistencia sobre todo en ataque. El siguiente partido no era precisamente la mejor ocasión para izar el vuelo, pues había que enfrentarse al potente CD Aristos madrileño, segundo clasificado e invicto; sin embargo se dio la cal ganando por 1-3 en un magnífico partido destacando la faceta de bloqueo, base sobre la que se sustentó tan importante triunfo y que devolvía la moral a las chicas de A. de Vergas.

Tocaba certificar la mejoría en el juego ante el recién ascendido La Curtidora de Avilés, equipo que tenía igual número de victorias que de derrotas (3-3), y que se había reforzado con varias jugadoras de Superliga; con efectividad pero sin brillantez se sacó el partido adelante ganando por 3-0. Jugaron de salida Ana Rosa, Laura, Erika, Cristina, Araceli y Sheila, jugando también Aránzazu, Eva y Paquita, que debutó en liga. El octavo partido de la primera vuelta se jugó en Lugo ante el EMEVE, un campo difícil por el estado de la cancha y la presión ambiental y al que se viajaba con varias jugadoras tocadas por la gripe; se perdió por 3-1 (25-18, 32-30, 21-25 y 27-25), cuyos parciales demuestran la gran igualdad existente; lo peor, la lesión de Araceli al pisar mal un bordillo durante el paseo previo al partido. Se cerraba el primer tercio de liga con tres victorias y cinco derrotas; pobre bagaje para un equipo que aspiraba a colarse entre los tres primeros. Ahora era noveno a cuatro puntos del tercero.

Así las cosas no quedaba más remedio que ganar en casa al siguiente equipo, Torruf de La Coruña, con una victoria menos que las torrelaveguenses y que venía necesitado de puntos. Se comenzó el mes de diciembre venciendo -con mucho sufrimiento- por 3-2, debutando la juvenil Rocío Ortiz. En el pabellón O Berbes de Vigo se jugó el siguiente partido contra el colista Atlética de Vigo, al que se ganó por 1-3 siendo una victoria relativamente cómoda; el equipo ya era séptimo y se encontraba a tres puntos del tercer clasificado con cinco victorias e idéntico número de derrotas, guarismos idénticos a los que presentaba el siguiente rival en casa, CV Alcorcón, por lo que el triunfo para ambas escuadras era de vital importancia para situarse cerca de los puestos de cabeza. La victoria por 3-2 (25-22, 25-14, 23-25, 21-25 y 15-6), colocó a las cajistas en quinta posición y a solo dos puntos del CD Aristos, tercero en la tabla y que perdió su partido de esta jornada, la undécima, contra el Aguere. Así se cerraba la primera vuelta de la liga regular.

Se iba enderezando el rumbo y había que reafirmarse ante el Xuvenil Teis, al que tocaba tributar visita el siguiente fin de semana iniciando así la segunda vuelta; el partido que se resolvió con autoridad por 0-3 despidiendo el año con una victoria. Y recortando un punto al CD Aristos, aunque por detrás venía pegando fuerte el CV Alcarcón, que pisaba los talones a las cántabras. Se inició el año 2002 recibiendo en casa al Airtel de Valladolid, que tenía una victoria menos; se ganó por 3-0 de forma más fácil de la esperada y la victoria restó un punto respecto al tercer clasificado, mientras que eran cuatro los que separaba a las cajistas del líder, próximo rival a domicilio y que en caso de ganarle supondría un paso de gigante para las aspiraciones del equipo. Tocaba velar armas.

El INEF Autopalacios leonés solo había perdido un partido, por lo que no resultaba imbatible. En la capital leonesa se respetaba la visita del Caja Cantabria, aunque conocedores de su superioridad técnica parecía que la victoria era cuestión de sí o sí. Al finalizar el partido sin embrago el comentario generalizado fue que el Caja yhabía sido el mejor equipo que había pasado por León. Se ganó por 1-3 (28-30, 25-23, 8-25 y 17-25) en un partido con un juego de muchos quilates por ambos bandos; la victoria cántabra se basó en una gran defensa (el talón de Aquiles durante toda la temporada), y la contundencia en el ataque. Jugaron Ana Rosa, Sheila, Erika, Alejandra, Araceli, Laura, y Sabrina como líbero. A pesar de la victoria no se abandonó el cuarto puesto y se mantenía la distancia con el tercer clasificado.

La euforia podía ser el peor enemigo del cuadro que dirigía A. de Vergas, por lo que a buen seguro el técnico cajista tuvo que trabajar duro para concienciar a sus pupilas que todavía no se había conseguido nada y que un exceso de relajación podía resultar fatal. El último partido del mes de febrero se jugaba en casa ante el Cuesta Piedra, octavo clasificado; la teórica superioridad de las cántabras finalmente se vio reflejada en la cancha ganando por un cómodo 3-0, debutando la juvenil Laura Soto.

Iba a resultar muy complicado sorprender en su cancha al Aguere, próximo rival del Caja Cantabria y segundo en la tabla clasificatoria; derrota sin paliativos del equipo torrelaveguense que regresó de Canarias con un 3-0 en contra. La situación se complicaba pues en la tabla se vio superado por el EMEVE de Lugo mientras que el próximo rival sería el CD Aristos, que seguía en tercera posición.

Jornada de puertas abiertas para recibir al equipo madrileño también necesitado de la victoria, por lo que el partido se presentaba como una especie de final para ambos contendientes. Las madrileñas tenían en su haber dos victorias más que las cántabras y estaba plagado de jugadoras que la temporada anterior habían jugado en Superliga, destacando la atacante María Munera. En el mejor partido de la temporada disputado en La Habana vieja, se ganó por 3-1 aun a pesar de comenzar perdiendo. El equipo cajista estaba realizando una magnífica segunda vuelta y quedaba claro que el partido clave iba a ser contra EMEVE. Pero antes había que rendir visita al equipo avilesino de La Curtidora, al que se ganó sin mayores problemas por 3-0.

Ahora quedaba ganar al EMEVE y confiar en el pinchazo de uno de los de arriba. Ambos equipos llegaron a este crucial partido empatados a puntos y victorias. En esta jornada los seis primeros se enfrentaban entre ellos y el Caja Cantabria confiaba sacar tajada. Pero primero debía ganar el suyo y luego esperar. Y se ganó por 3-1 (25-23, 25-18, 18-25, y 25-15). Mientras en las otras canchas el CD Aristos (tercero) cayó derrotado ante el Airtel de Valladolid (sexto), lo que aupó a las cántabras a la tercera posición, posición que había que defender a sangre y fuego en los tres últimos encuentros ante La Coruña, Vigo y Alcorcón. Por parte cajista jugaron ante CD Aristos Ana Rosa, Laura, Erika, Alejandra, Araceli, Eva y Sabrina (líbero), además de Sheila y Rocío.

El Torruf coruñés había conseguido la permanencia matemática la jornada anterior, por lo que una hipotética relajación beneficiaría al Caja Cantabria, que finalmente se impuso sin excesivos apuros por 0-3. La sorpresa de la jornada la dio el CD Aristos que ganó en su cancha al líder INEF de León, resultado que le mantenía con aspiraciones de arrebatar la tercera plaza a las torrelaveguenses, empatadas a puntos, pero con mejor coeficiente si bien llevaban los mismos sets en contra: 27. Por consiguiente resultaba imperioso ganar en casa al Atlética de Vigo sin ceder ningún set. La cuestión no obstante era complicada, pues en esta penúltima jornada el CD Aristos se enfrentaba al Cuesta Piedra, rival teóricamente asequible para las madrileñas, por lo que de ganar también las cántabras todo se decidiría en la última jornada, en la que se debían enfrentar a domicilio al CV Alcorcón, ya con nulas posibilidades de acceder a la fase de ascenso, lo que en cierto modo representaba una ventaja, mientras que el CD Aristos recibía al segundo clasificado Aguere. El primer macht se resolvió favorable al Caja Cantabria por 3-0 ante las viguesas.

La última jornada se preveía de infarto. La RFEVB no permitió que tan trascendentales partidos se jugasen el misma día y a la misma hora. El Caja jugaría el sábado en Alcorcón mientras que el Aristos jugaría el domingo en su casa ante el Aguere. Ello posibilitó que jugadoras del Aristos asistieran a presenciar el partido en Alcorcón, siendo su comportamiento cuando menos censurable para con el equipo cajista. Pero las cántabras no se dejaron dominar por la ansiedad y con la buena recepción de Erika Campbell, la gran defensa de Araceli Hernández y, sobre todo, la gran actuación de la capitana Ana Rosa García, el equipo consiguió la victoria por 1-3 (25-21, 20-25, 22-25 y 21-25). Jugaron este trascendental partido las tres jugadoras ya citadas, más Laura Vela, Eva Bustamante y Alejandra Gómez, además de Sabrina Lázaro como líbero, aportando también su concurso Sheila Bueno. Todas estuvieron a la altura de las circunstancias. El objetivo estaba cumplido. Ahora tocaba disputar la fase de ascenso, con primero quince días sin competición de por medio.

La fase de ascenso se disputaría en la primera semana de abril en Getafe, y al equipo torrelaveguense se le unieron los dos primeros clasificados de su grupo, INEF Autopalacios de León y Aguere Excentric de La Laguna, más los tres primeros del Grupo B, es decir, CV San Cugat, CN Sabadell y L´Illa Grau Castellón. La fórmula sería la de siempre: todos contra todos a una vuelta ascendiendo los dos primeros. Las jugadoras cajistas afrontaron esta fase como un premio a la buena temporada cosechada, aunque eran conscientes que de lograr el ascenso casi con total seguridad no se vería materializado.

Se comenzó perdiendo ante Aguere por 3-1 (21-25, 25-22, 25-23 y 25-20); después por 3-2 ante el INEF León (28-26, 18-25, 25-17, 19-25 y 15-13); y por 3-1 ante el CN Sabadell (24-26, 25-18, 25-23 y 25-20). Con estos resultados se quedaba fuera de las dos primeras plazas, por lo que los dos partidos restantes ya carecían de interés.

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