La nueva temporada trajo consigo una serie de cambios siendo el más importante el de entrenador: Cristina Sánchez, una de las jugadoras históricas a nivel nacional, 123 veces internacional absoluta, ocupó el puesto de Joaquín Díaz, rompiendo así una tradición de diecisiete años consecutivos de entrenadores masculinos.
Por otra parte, se reincorporaron al equipo la colocadora Sonia Ugarte y la rematadora Consuelo Sánchez, dos veteranas que mediada la temporada anterior abandonaron el equipo, y causó baja Elisa Alonso, que abandonó la práctica del voleibol de competición.
Tras quedar la dirección técnica de la plantilla del primer equipo al mando temporal del segundo entrenador Cipriano Abad, la presentación oficial ante los medios de comunicación se realizó el uno de septiembre en el pabellón Vicente Trueba. Estaban presentes Cristina Sánchez (entrenadora, pero que a falta del título de entrenadora nacional –actualmente posee el Nivel III- ejerció de jugadora-capitana), Cipriano Abad, (segundo entrenador), y las jugadoras Sonia Ugarte, Consuelo Sánchez, Cristina Gómez, Ana Rosa García, Ana Belén Gómez, Paula Díaz, Maru Fernández, Vanesa Sáez, Beatriz González, Belén de la Fuente, Isabel Díaz, Isabel González, Almudena Maldonado y Ana Villaverde.
Posteriormente se sumó al equipo Marta Eguren, jugadora torrelaveguense de 21 años que tres temporadas atrás había dejado abandonado la disciplina del club para fichar por el C. V. Murcia, de donde pasó al San Pedro Bilbobús de Sestao, equipo en el que jugó la temporada 1992-93; Marta había sido campeona de España juvenil en 1989, subcampeona de la misma categoría en 1990, y jugaba por zona 4.
Tras jugar un torneo de pretemporada en Miranda de Ebro, donde se ofreció una aceptable imagen, la presentación oficial ante la afición torrelaveguense se celebró el 30 de septiembre con la disputa del VII Trofeo Ayuntamiento de Torrelavega. El rival fue la selección nacional juvenil femenina española, que contaba en sus filas con la jugadora local Paula Díaz. El triunfo fue para el C. V. Torrelavega Caja Cantabria por 3-1, quedando patente que se necesitaban refuerzos para afrontar la temporada con un mínimo de garantías.
La Liga dio comienzo el 2 de octubre con sólo diez equipos en la parrilla de salida (renunciaron San Pedro Bilbobús, Amanecer de Alcorcón y C. D. Español, y aceptó la invitación de la ACEVOL el equipo JAV Hormigones de Vigo).
El primer partido se disputó en Albacete contra Mancha Dorada; el equipo cajista viajó a la ciudad manchega sin los esperados refuerzos, que no llegarían hasta después de disputada la segunda jornada. Se perdió en tierras manchegas por 3-0. Jugaron Ana Rosa García, Vanesa Sáez, Maru Fernández, Consuelo Sánchez, Cristina Gómez, Sonia Ugarte y Beatriz González.
El equipo debutó ante su público el 9 de octubre enfrentándose al potente Afelsa Los Compadres de Tenerife, que ganó cómodamente a las pupilas de Cristina Sánchez por 3-0 en un partido sin apenas historia. Jugaron por el Caja Cantabria Consuelo Sánchez, Cristina Gómez, Marta Eguren, Ana Rosa García, Vanesa Sáez, Maru Fernández –equipo inicial-, Ana Belén de la Fuente y Sonia Ugarte.
La llegada del primer refuerzo tuvo lugar dos días después. Se trataba de la ucraniana Yanina Fedotova, de 21 años de edad, 1,88 de estatura y que jugaba en el Yankarva de Odesa, equipo que acabó tercero en la liga de su país y segundo en la Copa. El parón liguero de quince días, producto de una concentración de la selección española, vino muy bien para que descansase del largo viaje y que poco a poco se acoplara en los entrenamientos con sus nuevas compañeras. Se esperaba también la llegada de una segunda jugadora extranjera, también ucraniana, y que ambas debutasen el 31 de octubre en Vigo. Finalmente solo lo haría Fedotova, quien con un buen trabajo en el centro de la red y el del resto del equipo en su conjunto se pudo ganar a Hormigones de Vigo por 1-3.
El cuarto partido liguero tuvo el aliciente del debut ante la afición de Torrelavega de Fedotova, que de momento había causado más sensación por su belleza que por su juego. El rival iba a ser un equipo supuestamente asequible, el Yogur Sandra de Las Palmas, por lo que se aspiraba a encadenar dos triunfos consecutivos. Pero el bajo nivel de las canarias, colistas, tan solo fue un espejismo teórico, pues ganaron por 2-3 en un pésimo encuentro que no mejoró la imagen de ninguno de los dos equipos. La derrota fue un auténtico mazazo para la moral de las chicas de Cristina Sánchez y con ella se esfumaban buena parte de las posibilidades de clasificarse para la Copa de la Reina.
La quinta jornada llevo al equipo a tierras alicantinas donde esperaba el Playas de Benidorm, equipo que contaba con los mismos puntos que las cajistas. Un rival asequible, claro que eso mismo sería lo que pensaba el equipo contrario. Ganaron las alicantinas por 3-0 en un encuentro en el que el Caja Cantabria mostró una clara mejoría en su juego, decayendo progresivamente a medida que avanzaba el partido.
A lo largo de la siguiente semana y en espera del enfrentamiento en Torrelavega ante el Cuesta Piedra de Tenerife, se especulaba con la llegada de Tatiana Anufrieva, jugadora bielorrusa que la anterior temporada había contribuido al ascenso del Toledo a la División de Honor y que ahora estaba jugando en el Dynamo de Kiev. Llegó la sexta jornada de liga y la bielorrusa no había hecho acto de presencia, por lo que se afrontó el partido con el mismo equipo que lo hizo en Benidorm, estando compuesto el seis inicial por Consuelo Sánchez, Cristina Gómez, Ana Rosa García, Marta Eguren, Yanina Fedotova y Sonia Ugarte, jugando también en diversas fases del partido Ana Belén Gómez, Maru Fernández y Vanesa Sáez. No pudo ser y una nueva derrota quedó registrada en el luminoso del Vicente Trueba.
El panorama era alarmante y más teniendo en cuenta que en los dos próximos encuentros había que enfrentarse al potente Alcorcón y al actual campeón de liga C. V. Murcia. No era por tanto el mejor momento para aspirar a romper tan infernal racha. Así que dos esperadas nuevas derrotas, que finalmente se hicieron efectivas, consiguieron ahondar más una profunda crisis de juego e institucional. Y a ello se sumó el frustrado fichaje de Anufrieva, que prefirió fichar por un equipo de la Segunda División italiana.
Y si mal acabó la primera vuelta, no lo hizo mejor la segunda con una nueva derrota en casa ante el Mancha Dorada, esta vez por 2-3, si bien hubo una notable mejoría en el juego. Cristina Sánchez alineó de salida a Y. Fedotova, M. Eguren, C. Gómez, S. Ugarte, A.R.García y A. B. Gómez, saltando también a la cancha M. Fernández y V. Sáez.
La segunda victoria de la temporada se consiguió precisamente contra el siguiente rival, Hormigones Vigo, único equipo al que había batido el Caja Cantabria, que repitiendo alineación respecto a la jornada anterior se despidió del año 1993 con una victoria, siendo un revulsivo importante para el equipo cajista que en el mes de enero de 1994, y tras el parón navideño, debería disputar en tan solo cuatro días los tres encuentros de Liga que tenía pendientes en las Islas Canarias ante Yogur Sandra, Adelfa Los Compadres y CLAS Cuesta Piedra. El resultado global no pudo ser más negativo, pues se cosecharon tres derrotas, siendo lo más preocupante cara a los próximos encuentros el bajo nivel de juego ofrecido por Fedotova.
La tercera victoria de la temporada se cosechó ante Playas de Benidorm, que causó una pobre impresión en el Vicente Trueba no siendo mucho mejor la que ofrecieron las torrelaveguenses, que a punto estuvieron de perder dos sets que tenían prácticamente en el “saco”. Pero se ganó, que era lo importante. Jugaron Sonia Ugarte, Cristina Gómez, Ana Rosa Merino, Yanina Fedorova, Ana Belén Gómez, Marta Eguren –seis inicial-, Maru Fernández y Consuelo Sánchez.
El último encuentro de la fase regular enfrentaría el 5 de febrero de 1994 en el Vicente Trueba al combinado torrelaveguense y a Caja de Ávila. Si ganaban las chicas de Cristina Sánchez por 3-0 (lo que supondría la cuarta victoria de la temporada), y ganaba por idéntico resultado el Hormigones Vigo al Playas de Benidorm, el Caja Cantabria pasaría a ocupar el octavo puesto, lo que le daría el pase para disputar la Copa de la Reina. Caso de no conseguirse, las torrelaveguenses regresarían a la competición el día 26 del mismo mes para iniciar la segunda fase o play-off por la permanencia junto a Yogur Sandra, Hormigones Vigo y Playas de Benidorm. Finalmente la Copa de la Reina se esfumó al perder contra Caja de Ávila, por lo que tan solo restaba luchar para conservar la categoría.
En definitiva y a pesar de haber cosechado cinco derrotas en esta segunda fase, en la que se contabilizaban las victorias conseguidas en la primera fase, el 1 de abril iba a ser una fecha clave para el futuro del Caja Cantabria, pues si ganaba a Hormigones de Vigo, que había conseguido tres victorias en esta segunda fase por ninguna en la fase regular, se libraba de jugar la promoción de descenso, lo que finalmente ocurrió al ganar las torrelaveguenses por 3-0 en el Vicente Trueba.
En resumen, con una plantilla prácticamente compuesta por jugadoras canteranas se logró la permanencia, máxima aspiración y todo un éxito a la vista de cómo se habían reforzado buena parte del resto de equipos.