Alejandra Gómez Díaz es la jugadora más veterana del Cantabria Deporte. A sus 31 años la experiencia acumulada en la alta competición será sin duda de gran valía en un equipo cuya media de edad es de las más jóvenes de la Superliga: 21,3 años.
Tras su efímero paso de una temporada por la Primera División del voleibol español (equivalente a lo que podría denominarse cuarta división a nivel nacional y en la que se proclamó campeona con el CD Norvoley), Alejandra fue fichada en septiembre por el CV Torrelavega para que se integrase en un nuevo e ilusionante proyecto deportivo de la máxima categoría del voleibol femenino español.
Alejandra ha accedido amablemente a concedernos esta entrevista gracias a la cual podremos conocer un poco más sus facetas deportiva y humana.
PREGUNTA: En Superliga están compitiendo o lo han estado haciendo hasta la pasada temporada jugadoras que sobrepasan los cuarenta años, caso de Regla Bell (41), Oksana Zaporohets (41), Magaly Carvajal (43), o Marina Dubidina (42) ¿Te ves jugando a esas edades?
RESPUESTA: La verdad es que ahora mismo diría que no, pero nunca se sabe, igual llego a esa edad y sigo vinculada a este deporte jugando en categorías inferiores, aunque lo veo difícil.
P: Lejos quedan ya aquellos tiempos en los que con nueve años comenzaste a jugar a voleibol en el CP José María de Pereda. ¿Qué recuerdos te quedan de tus primeros años dándole porrazos al balón?
R: Tengo recuerdos muy bonitos, sobre todo de la gente que conocí, y de lo bien que lo pasábamos entrenando. También recuerdo como picaban aquellos balones de plástico, sobre todo cuando se mojaban, y las broncas que nos echaba Cristina Sánchez, nuestra entrenadora, cuando llegaba y nos encontraba comiendo golosinas en vez de estar calentando…je, je, je.
P: Basándote en aquellas experiencias, ¿qué consejo darías a las niñas que están practicando voleibol o se están planteando hacerlo?
R: Yo les diría a todas las niñas que practiquen un deporte, voleibol o cualquier otro, creo que es algo muy bueno, porque te hace conocer gente, conocer sitios y abrir tu mente.
P: En 1994 ganaste con la EDM de Torrelavega el campeonato de España cadete. ¿Cuéntanos un poco cómo conseguisteis aquella victoria y lo que significó para ti?
R: Lo recuerdo como algo muy bonito, fue una alegría para mí poder ir a ese campeonato, porque yo era infantil y me llevaron con las “mayores”, y el hecho de poder jugar partidos y proclamarnos campeonas fue algo muy importante.
P. Dos años después, en 1996, debutaste en Superliga, entonces llamada División de Honor, con el Caja Cantabria. ¿Había más nivel entonces o ahora?
R: La verdad es que cuando llegué a ese equipo con 16 años, me parecían todas las jugadoras increíbles; en este momento no sabría decir si había más nivel antes o ahora, lo que sí sé es que en la actualidad, por la crisis, los equipos que hay han bajado mucho su nivel, y la Superliga de hoy en día es más floja que la que había hace unos pocos años.
P: En la temporada 2000/01 viviste el primer descenso del máximo representativo cántabro de voleibol femenino y en la siguiente conseguisteis el ascenso a División de Honor, aunque hubo que renunciar por problemas económicos. ¿Qué te dolió más y por qué, el descenso o no poder ascender?
R: Sin duda un descenso es algo con lo que nadie quiere encontrarse, porque significa una temporada llena de partidos perdidos y problemas en el equipo, pero lo que más me dolió fue no poder ascender por motivos económicos al año siguiente, y también en el 2008. Porque el ascenso lo recuerdo como una de las mejores cosas que me han pasado en mi carrera deportiva; es una satisfacción muy grande y la recompensa al trabajo bien hecho, cosa que entonces no pudo ser.
P: En el 2003 cogiste la maleta y te fuiste a jugar al RGC Covadonga de Gijón. ¿A qué se debió aquel cambio de aires?
R: La verdad es que tenía ganas de probar a jugar fuera de Torrelavega, y ese verano me llamaron del Grupo y no me lo pensé; era un sitio que estaba cerca de casa, allí tenía amigas y fue una experiencia muy positiva, es bueno conocer otros equipos y como funcionan las cosas en otros clubes que no son el tuyo.
P: ¿De qué entrenador guardas un especial recuerdo?
R: Especial de Cristina Sánchez, que fue mi primera entrenadora, y de la que aprendí a ser una persona un poco más fuerte y constante, por toda la fortaleza que ella trasmite. Y sin duda también de Cipriano Abad, por darme la oportunidad de subir a División de Honor con 16 años y empezar a vivir el voleibol “profesional”.
P: Cambiemos de tercio. Si pudieras hacerlo, ¿qué cambiarías de esta sociedad?
R: Pues me gustaría poder cambiar la mentalidad cerrada de muchas personas y que palabras como intolerancia, violencia, envidia, injusticia, etc., desaparecieran de nuestro vocabulario.
P: Tu nombre es de origen griego y significa algo así como “la protectora”, “aquella que protege al hombre”. ¿Para ti, de qué necesita protegerse el ser humano?
R: Una pregunta muy profunda, je, je. Supongo que de la soledad, ya que todos los seres humanos estamos llamados a vivir en sociedad para poder –o al menos intentar-alcanzar la felicidad.
P: Imagínate que realmente existe la reencarnación. ¿En quién o en qué te gustaría reencarnarte y por qué?
R: Personalmente no creo en la reencarnación; pero si tuviera la oportunidad de elegir en qué me reencarnaría en una hipotética nueva vida supongo que elegiría un pájaro…, por eso de la libertad.
P: ¿Cómo te gustaría que te recordasen cuando abandones la práctica deportiva?
R: Como una persona alegre, amiga de sus amigos y buena compañera.
P: Finalmente, ¿qué pregunta te hubiese gustado contestar y no te hemos realizado?
R: Creo que es una entrevista muy completa.
Muchas gracias Alejandra.