La posición de líbero para la temporada 2022-23 en el Voley Torrelavega seguirá estando bien cubierta, de la mano de Carla Salazar y Carolina de San Pablo, que volverán a enfundarse en este nuevo curso la camiseta de color distinto característica de su posición, pero con la misma motivación que tiene todo un equipo ansioso por empezar a competir.
“Afronto la temporada 22-23 con muchas ganas e ilusión. Hemos trabajado muy fuerte esta pretemporada y aunque aún nos queda camino por recorrer tengo muy buenas sensaciones que espero que todos juntos podamos trasmitirlas y ponerlas en práctica dentro del campo y así conseguir muy buenos resultados”, explica Carolina de San Pablo acerca de este nuevo curso que está a punto de comenzar y en una línea similar se manifiesta su compañera Carla Salazar, que afronta la campaña “con muchas ganas de seguir mejorando individualmente y en equipo. De disfrutar mucho con mis compañeras en los entrenamientos, partidos, viajes… y llegar lo más alto posible luchando todas juntas”.
Carla, taniega de 25 años, califica la temporada anterior como “de transición, de mucho aprendizaje, de conocernos más y empezar a ser más equipo”, mientras que Carolina, de Mar (Polanco), de 26 años, considera la 2021-22 como “un año de de adaptación en todos los sentidos y para todos y aunque en todas las adaptaciones haya cosas negativas, me quedo con todo lo bueno y con haber luchado hasta el final, hasta el último punto del último partido de la temporada pasada”.
Carolina apela como punto fuerte del Voley Torrelavega a «la unión y la fuerza como equipo. Creo que en este deporte y esta liga es muy importante. Tenemos que luchar todos juntos para así no intentar caer en malos baches o etapas y si por desgracia caemos, levantarnos juntos. Juntar todas las ganas de cada uno, la ilusión y luchar todos juntos por un mismo objetivo, seguro nos da muy buenos resultados». Y Carla se suma a la opinión de su compañera, indicando que «tenemos que ser mucho más piña que el año pasado, salir muy concentradas y animarnos todo el tiempo» y para lograrlo apela a «tener mucha comunicación, es lo principal y a partir de ahí, siempre es importante la seguridad en recepción. Este año tenemos un bloqueo mucho más alto con las nuevas compañeras».
Salazar considera que la pretemporada del equipo «ha ido claramente de menos a más.Nos estamos empezando a conocer más, ajustar tiempos y aunque nos queda mucho, estamos avanzando bastante rápido». Y respecto a los fichajes que ha hecho el equipo, la de Tanos considera que «las nuevas compañeras son un plus que necesitábamos, son todas unas jugadoras increíbles».
Por su parte Carolina tambien se muestra contenta sobre los fichajes «con respecto a las nuevas jugadoras genial, nos hemos adaptado muy muy bien en ambos sentidos. Con Judith jugué desde muy pequeñita hasta que ella fue a jugar fuera por lo que revivir este momento para mí es muy especial».
«A Carla la conozco desde hace mucho y, no solo tenemos relación en el mundo del voleibol, sino también fuera de él, por lo que compartir puesto con ella es muy favorable creo para las dos, nos ayudamos mucho entre nosotras dentro de cada entrenamiento y cada partido. Para mí es un gran apoyo dentro del equipo. Yo estoy encantada». Con esas palabras define Carolina su relación con la otra protagonista de este reportaje, mientras que Carla considera que «lo mejor de Carol es que nunca da un balón por perdido, es muy luchadora, muy constante. Fuera del campo es una compañera con la que se puede hablar, que escucha, te apoya…», refrendando esa relación de compañerismo y amistad que se traspasa de la pista de La Habana Vieja a su vida personal.
Por último, Carla Salazar se dirige a una afición a la que invita «a venir a La Habana Vieja, pero no solo este sábado, sino todos los que juguemos en casa. Necesitamos el apoyo de todos y nosotras prometemos dar la mejor versión de todas nosotras».
Y Carolina de San Pablo también quiere que el público acompañe al Voley Torrelavega:» ¡Os esperamos a todos el sábado a las 19:30h en La Habana Vieja! Vamos a por todas y contamos con vosotros en nuestro equipo ya que siempre sois el apoyo que nos hace vibrar y vivir momentos increíbles».
Pese a competir por un puesto en la cancha, no hay un atisbo de competitividad entre ambas, sino que el Compañerismo y el Cariño son las señas de identidad de una bonita relación entre dos defensoras y amigas que en cada partido se apoyan la una a la otra y que demuestran ser capaces de salvar bolas imposibles que levantan el ánimo de su equipo y también levantan de sus asientos a un pabellón entero con su irreprochable esfuerzo y entrega.